Como decíamos en la primera parte de este artículo, la mejor forma de abortar una revolución no es impedirla, sino canalizarla adecuadamente.Tratar de acallar el creciente descontento de la población mediante la represión es como tapar una olla a presión sin dejar abierta una válvula de escape. Tarde o temprano acabará estallando con consecuencias imprevisibles.
Y es absurdo tratar de contener tanta energía si puedes aprovecharla en beneficio propio…Los tiempos han cambiado. Atrás quedan las épocas de la represión violenta y explícita de la disensión, propia de los antiguos dictadores, cuyos mecanismos de control se basaban en el ejercicio de la fuerza bruta.Ahora, esa fuerza bruta ha sido sustituida por una arma mucho más refinada y efectiva y por lo tanto, mucho más difícil de combatir: la ingeniería social y el uso inteligente de la información privilegiada.Así pues, si se dan los condicionantes para un estallido social, como se produce en estos momentos, que nadie espere de las élites dominantes un ejercicio directo y evidente de represión sobre la población.Su maniobra principal radicará en la creación de líderes alternativos controlados, que vehiculen la disconformidad, con el fin de mantener el sistema en pie y aprovechar las energías de la protesta para realizar las transformaciones necesarias a nivel socio-político y económico que el mundo necesita (o más bien dicho, que ellos necesitan) en estos momentos de cambio de paradigma mundial.Todo esto puede parecer muy retorcido, pero si nos fijamos bien, podremos ver a nuestro alrededor la aparición de gran cantidad de indicios que apuntan en esta dirección.De forma aparentemente natural han surgido por doquier movimientos que luchan por “una sociedad más justa y equitativa”; líderes que toman posiciones ventajosas sobre el tablero de juego.Todo parece preparado.Las piezas ya están colocadas en su lugar.Ya solo falta el movimiento final…INDICIOS SOSPECHOSOSÚltimamente hemos leído algunos artículos que muestran indicios realmente sospechosos de que pueda haber un gran movimiento orquestado a nivel mundial cuya función sea abortar una posible revolución descontrolada y un cambio profundo y real.Quizás alguna gente piense que, a estas alturas, pensar en una revolución es algo absolutamente descabellado.Pero en un reciente artículo titulado: “LA INICIATIVA DE INVESTIGACIÓN MINERVA O CÓMO EL PENTÁGONO SE PREPARA PARA REPRIMIR DISTURBIOS MASIVOS” conocíamos los ejercicios realizados por el Departamento de Defensa de EEUU con el fin de prepararse ante posibles disturbios a gran escala en diferentes puntos del planeta.Así pues, la idea de una posible revolución es algo plausible, que los propios estamentos del poder llegan a plantearse como una posibilidad.Y por lo visto, no son los únicos.Hace unos días salía a la luz un artículo escrito por el multimillonario norteamericano Nick Hanauer: IMPRESIONANTE CARTA ABIERTA DE UN MULTIMILLONARIOEn este artículo, Hanauer advierte a sus “compañeros” millonarios de la posibilidad de un gran estallido social por parte del 99,99% de la población contra la plutocracia encarnada por el 0,01% de privilegiados del que gente como él forman parte.Pero lo más significativo de la carta de Hanauer es la llamada a reequilibrar el nivel de creciente desigualdad entre las élites privilegiadas y el resto de la población. Hanauer propone un reparto mas justo de las riquezas, con el fin de salvar la cabeza de los más ricos y su posición de privilegio antes de que sea demasiado tarde.O dicho en otras palabras: promulga un reajuste social y económico con el fin de salvar el sistema; el mismo sistema que garantiza su posición ventajosa.La carta de Hanauer resulta muy oportuna, porque confirma nuestras sospechas: hay un movimiento generalizado en esa dirección.Algunos tratarán de vendernos este reparto “mas equitativo” como una gran revolución y sobretodo como “un triunfo del pueblo sobre las élites”.Prácticamente nos dirán que es “un cambio de sistema”.Pero todo será un engaño. Solo serán cambios interesados y absolutamente cosméticos realizados con el fin de que nada cambie en realidad.Y como decimos, hay personajes de muy distintos pelajes situándose estratégicamente para dirigir las operaciones y convertirse en voces de referencia durante el proceso.Encontramos otro ejemplo en el artículo titulado: ROBERT STEELE: EL EX AGENTE DE LA CIA QUE LLAMA A LA REVOLUCIÓN GLOBALTras 20 años trabajando para los servicios de inteligencia de los EEUU y tras cofundar el servicio de inteligencia de los Marines de EEUU, resulta que ahora, el señor Steele, se ha convertido en un “revolucionario”.Según Steele: “las principales condiciones para que se produzca una revolución en Gran Bretaña y Estados Unidos, están ahora más presentes que nunca”Robert Steele afirma que el capitalismo es inherentemente depredador y destructivo y promulga un cambio de paradigma, basado en la transparencia de los códigos abiertos y en un mundo de inteligencia en red, con estructuras no jerarquizadas:“Rechazar la riqueza ilícita concentrada en algunas manos, en favor de la riqueza de la comunidad, definida por el conocimiento comunitario, la información compartida y la definición común de la verdad, derivada de la transparencia y la autenticidad”Mundo en red, conocimiento compartido, fin del capitalismo… el mismo mensaje que nos brindan los nuevos movimientos “revolucionarios”.Un mensaje magnífico, sin duda…pero proviniendo de alguien que durante más de 10 años trabajó en las mismísimas cloacas del sistema como agente de la CIA sin que ello representara para él un problema moral, resulta algo sospechoso, ¿no?
miércoles, 5 de octubre de 2016
CÓMO ABORTARÁN LA REVOLUCIÓN (2ª parte)
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