La retórica anti-gobierno se ha ido haciendo cada vez más incendiaria, el gobierno ha pasado de ser «el problema» a ser «el enemigo»,

Los de derecha libertaria afirmamos que «el extremismo en defensa de las libertades está legitimado». La retórica anti-gobierno se ha ido haciendo cada vez más incendiaria, el gobierno ha pasado de ser «el problema» a ser «el enemigo», los militantes más radicalizados han perdido la esperanza en un cambio pacífico y juegan con la idea de «volver a tomar el gobierno por las armas», no es nuestro caso. Siempre pueden encontrarse locos dispuestos a todo; lo que realmente me preocupa es que, desde determinadas tribunas, se hable alegremente en términos de guerra civil, se capitalice el descontento popular y, sin buscarlo de forma premeditada, se facilite cobertura a esos locos con necesidad neurótica de racionalizar sus impulsos destructivos.